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SOBRE

Kin's kids

HISTORIA DE KING'S KIDS

FOTOS CAMPAÑAS KINGS KIDS

VALORES Y FUNDAMENTOS

Lo que importa es lo de adentro

VALORES Y FUNDAMENTOS

DECLARACIÓN DE PROPÓSITOS

Niños, Jóvenes y familias conociendo a Dios, trayendo gozo a su corazón y haciendo su reino conocido

King’s Kids (KKI) es un movimiento internacional, que abraza un estilo de vida basado en la familia, vinculándolos generacionalmente entre sí.

Nuestro propósito es movilizar, equipar, alcanzar y cuidar a los niños, jóvenes y sus familias, para guiarlos hacia su destino de conocer a Dios en una manera experimentada, trayéndole gozo, y haciéndolo conocido a Él y a Su reino.
Nuestra base bíblica es Deuteronomio 6:6-7   “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes”
KKI es un ministerio de Juventud Con Una Misión (JCUM) que trabaja en conjunto con familias, iglesias y otras organizaciones similares.

Kings Kids Internacional comenzó gracias al versículo en Deuteronomio 6:6-8 y de la aplicación de esta verdad en un pequeño grupo de familias y niños. Fue un reto para esos padres el dar ejemplo a los niños y así poder ayudarles a conocer a Dios. Unas semanas después, mientras yo aprendía a involucrar a los niños conmigo en escuchar la voz de Dios, Dios habló claro y en nuestro tiempo de oración uno de los chicos pequeños tuvo una imagen de un sapo verde, otro vio un arco iris y otro recibió una palabra de Isaías 43 acerca de juntarse y ser un testigo del Señor.

Preparamos un pequeño programa, aunque de camino al lugar llovía a cántaros. Uno de los niños pequeños en la furgoneta me preguntó: “¿Cuál es el nombre de nuestro grupo?” Yo dije  “bueno, ¿porqué no le preguntas al Señor?”. Habíamos estado estudiando acerca del significado de ser los niños del Rey y él volvió con el nombre King's Kids (niños del Rey). Yo no tenía ni idea que ese día sería el lanzamiento de un ministerio. Cuando llegamos, nos encontramos con muchos problemas, la lluvia se intensificó y nuestra decoración quedó destruida (el sapo verde, el arco iris…). Pero los niños habían oído la voz de Dios y ellos continuaron con fe en que muchos escucharían del evangelio y que personas abrirían su corazón a Jesús. Yo no estaba tan seguro. Cuando el programa acabó, había una persona muy perturbada que se acercó a mí de forma agresiva, la verdad es que pensé que hasta me pegaría, porque parecía molesta. En vez de eso la persona me dijo unas palabras que cambiaron mi vida, “Los niños son tan puros, yo soy tan sucia. ¡Por favor ayúdame!” y se arrodillo ante mí. El niño que había tenido la imagen del sapo verde se puso a mi lado y dijo: “Genial, ésta es la primera,” y entonces vimos un número de personas abriendo sus corazones al Señor. Más tarde, cuando junté a los niños, les hice la pregunta “¿Que ha pasado aquí?”, fue ahí cuando la palabra de Dios fue confirmada a nuestros corazones a través de seguir las señales. Estos niños habían visto la realidad de Dios; los vi descubriendo en sus corazones quien es Él y tomar la decisión de amarlo y obedecerlo. Era el año 1976, y fue el principio de KKI, que creció y se multiplicó a varios países. 

En 1979, mientras continuábamos escuchando la voz de Dios y creciendo junto a Él, nos retó a seguir avanzando internacionalmente. Nos habló a través de Isaías 12:4-5: “Dad gracias al Señor e invocad su nombre. Haz conocido a las naciones lo que Él ha hecho.” Aprendimos esa preocupación primordial por Dios y un método de ministrar a Su corazón. Usando el ejemplo de Abraham, comenzamos a ir a diferentes lugares, cavar pozos y construir altares. Concretamente, pedimos a Dios que limpiase nuestros corazones, lo alabábamos, esperábamos en Su presencia, nos hablaba, intercedíamos, dábamos a conocer su voluntad allí donde estábamos y después tomábamos pasos radicales de obediencia en servicio y testimonio a los demás. Dios nos comenzó a guiar estratégicamente a diferentes lugares del mundo, a Hiroshima, Moscú, diferentes capitales con líderes de otros países, pudiendo experimentar el significado de ir con fe a todas las naciones.

En 1982, nuestro reto fue entrenar y prepararnos para la multiplicación. Tuvimos nuestra primera escuela dos años después en Kona, Hawaii. Durante ese tiempo desarrollamos la visión en cómo involucrarnos, no solamente con individuos, sino también con familias, iglesias locales y otros. Unos meses después tuvimos nuestro primer mega campamento en Los Ángeles, de donde vino la primera multiplicación de equipos: Uno estaba enfocado en los Estados Unidos, otro en Europa, otro en Sudamérica, otro en Asia y el pacífico. Comenzamos a ver crecer KKI en las naciones.

En 1986, tuvimos nuestra primera reunión internacional de líderes, donde luchamos con la pregunta: “¿Que es King’s Kids?”. Nos dimos cuenta que teníamos que estar basados en valores. Identificamos las palabras que Dios nos había dado y los valores que representaban y comenzamos a lanzar una serie de programas de entrenamiento, campamentos y tours. Nos dimos cuenta de que necesitábamos hacer esto en JCUM, involucrando a familias, iglesias y otros ministerios similares. 

En 1987, lanzamos nuestras primeras reuniones locales, nacionales y regionales de líderes, y esto comenzó a servir el proceso de desarrollo de líderes a diferentes niveles.
En 1991, tuvimos nuestra primera asamblea internacional de líderes. Fue durante este tiempo que reconocimos las cuatro expresiones de ministerio: movilizar, discipular, alcanzar, y cuidar. 
Después en 1992 (en Barcelona) juntamos más de 3000 King’s Kids de todo el mundo involucrándonos en un proceso de movilización más estratégico.
En 2005, fuimos despertados a la necesidad de regresar a nuestro mandato original, del cual nos habíamos alejado en muchas maneras, vimos que era importante volver a fortalecer nuestros fundamentos en familias y la vinculación de las generacionales. Este es el proceso en el que nos seguimos encontrando durante la segunda década del siglo XXI.

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